Ya sea intencionadamente, o por mantener una medida en la presentación de sus trabajos, a modo de guiño y apuesta por el reciclaje, o quizá realmente porque es una forma económica de llevar a cabo sus obras; la utilización de las puertas como soporte lienzo conforma una metáfora efectiva del espíritu que yo percibo de esta exposición.
Tras una puerta siempre nos depara algo: Una experiencia vivida. Una historia contada; hasta para representar un espacio vacío u la nada, se hace más detectable y latente cuando existe una puerta, una cortina o un muro que la separa.
A través de las puertas de este “edificio” que Aris nos propone y mediante la variada aplicación de técnicas y recursos utilizados en toda su trayectoria, encontramos entre otras muchas cosas una invitación a la lucha, a la reivindicación de los derechos, a la denuncia del sometimiento y el manejo de la información y la cultura y con ello la libertad perdida, desorientada.
Ante la realidad social del paro, el desencanto y la miseria de la actual “austeridad”, no sólo económica sino también ética. Aris nos abre una puerta a la lectura personal de sus obras, cargadas de símbolos, retales e imágenes que narran historias, expresan ideas o denuncian y representan la ira hacia todo aquello que cercena y ahoga nuestra existencia. Una corriente decididamente en contra a la establecida por la gran “Máquina del poder”. Una clara tendencia por la Re-toma de conciencia social y un soplo de aliento a la chispa revolucionaria que habita en el interior de cada individuo.
“La historia se repite”. Bajo esta expresión mil veces oída en nuestra idiosincrasia, utilizada de forma recurrente y banal mayormente, se esconde una concepción de la historia de la humanidad ampliamente aceptada y socialmente entendida. Un saber universal y un compromiso adquirido por la GENTE, así en mayúsculas, que no está dispuesta a seguir dejando en manos “ajenas” la dignidad, la justicia y el destino en definitiva de su progenie.
“…El que tenga ojos que vea, el que tenga oído escuche; el que no pueda encontrar la paz que luche. Todos somos útiles, tú tienes que encontrar tu razón, empieza en tí la revolución, usa tu inteligencia y tu corazón…” Javier Ibarra (kase O)